Los gangliósidos son esfingolípidos que forman parte de la membrana celular, y constituyen el 6 % de todos los fosfolípidos presentes en el sistema nervioso central y periférico.
Pertenecen al grupo de los glucolípidos ácidos, conformados por una ceramida (ácido graso + esfingosina), un oligosacárido y ácido siálico (ac N-acetilneuramínico o NANA).
Se ha encontrado que algunas bacterias y virus, presentan moléculas estructuralmente similares a los gangliósidos en su superficie externa.
El término gangliósido fue utilizado por primera vez por el científico alemán Ernst Klenk en 1942 para denominar a los lípidos recientemente aislados de las células ganglionares de cerebro. Se conocen más de 60, y se diferencian entre sí principalmente por la posición y el número de residuos de NANA.
La nomenclatura está determinada por su composición estructural:
• La letra G se refiere al nombre gangliósido.
• Los sufijos M, D, T y Q indican que la molécula contiene mono, di tri y tetra-ceramida.
• Los sufijos numéricos se refieren a la secuencia de las moléculas unidas a la ceramida: Los gangliósidos más comunes son: GM1, GM2, GM3;
GD1a, GD1b, GD2, GD3; GT1b; GQ
La principal función de estos esfingolípidos es modular la transducción de señales celulares en la membrana plasmática, regulando la comunicación entre las células nerviosas.
Los grupos de oligosacáridos que conforman su estructura se extienden más allá de la superficie de la membrana celular, actuando como marcadores de superficie que pueden servir como receptores específicos de algunas hormonas y toxinas bacterianas como la del V. cólera.
Los gangliósidos también constituyen uno de los principales componentes estructurales de la vaina de mielina que protege al axón, contribuyendo mantener su estabilidad.
Anticuerpos antigangliósidos y neuropatía
La presencia de anticuerpos antigangliósidos es frecuente en pacientes afectados por desórdenes del sistema nervioso periférico denominadas neuropatías periféricas. Las neuropatías inflamatorias del sistema nerviosos periférico están caracterizadas por una serie de síntomas clínicos, presentando compromiso motor, sensitivo o ambos a la vez.
Los síntomas pueden variar desde entumecimiento u hormigueo hasta sensaciones punzantes (parestesia) o debilidad muscular.
El daño neurológico producido puede incluso afectar el funcionamiento de órganos, generando deficiencias funcionales, que pueden llevar a parálisis y paro cardio-respiratorio.
A menudo, estas patologías se presentan luego de una infección producida por microorganismos como Campylobacter jejuni, Citomegalovirus, Epstein-Barr virus, M. pneumoniae, H. influenzae o Zika virus(2, 3, 4). De este modo, los anticuerpos contra algunas moléculas bacterianas, pueden generar por similitud una reacción cruzada contra los gangliósidos de la vaina de mielina, induciendo así inflamación y una posterior desmielinización.
Glicolípidos de microorganismos similares a gangliósidos asociados a neuropatías
Las neuropatías de origen autoinmune constituyen un 13% de todas las patologías que afectan al sistema nervioso periférico. Sin embargo, los síntomas clínicos resultan indistinguibles entre unas y otras. Por ese motivo, el paciente puede resultar mal diagnosticado y en consecuencia recibir un tratamiento incorrecto.
Inmunopatogénesis de neuropatías autoinmunes (ejemplo)
Los siguientes anticuerpos antigangliósidos han sido descriptos como específicos para ciertas neuropatías. Esto los convierte en una herramienta útil en el diagnóstico diferencial de las mismas.
Tabla
Debido a la reactividad cruzada con estructuras microbianas, algunas personas sanas pueden ser positivas para anticuerpos antigangliósidos, especialmente para anti-GM1 IgM. Por lo tanto, la eventual presencia de estos anticuerpos no indica necesariamente la existencia o desarrollo de una neuropatía, siendo indispensable tener en cuenta la evaluación clínica del paciente.(6)
Las técnicas más utilizadas para la detección de estos anticuerpos son ELISA, Inmunodot y Western blot.
Anti-Gangliosid Dot de Generic Assays en un test tipo inmunodot para la determinación cualitativa de 12 anticuerpos IgG y/o IgM anti gangliósidos en suero humano, plasma o LCR
Características:
• 20 tiras de prueba, cada una con 13 dots: 12 líneas recubiertas con gangliósidos de alta pureza: GM1, GM2, GM3, GM4, GD1a, GD1b, GD2, GD3, GT1a, GT1b, GQ1b (humano), y Sulfátidos (bovino); 1 línea con control interno positivo
• Conjugados: anti IgG-HRP y anti IgM-HRP humanos
• Muestra: 10 uL suero/plasma (Dil 1/100); 50ul LCR (Dil 1/20)
• Sustrato: TMB
• Validado por publicaciones internacionales como el test comercial con mayor sensibilidad y especificidad. (7)
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Dra. María Lucrecia Conti - Marketing
BIOARS: GENIOS TRABAJANDO
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